martes, 23 de agosto de 2011

Me, me, me. Me, too.

Existen pocas preguntas mas dificiles de contestar que "¿Qué sos?". En general, todos somos muchas cosas en la vida. A diario, desempeñamos distintos roles, realizamos distintas actividades, tenemos distintas relaciones, sostenemos distintas opiniones y posturas. Pero, ¿qué nos define?
Yo soy estudiante, soy amigo, soy charlatán, soy de Libra, soy hijo, soy curioso, soy enamoradizo, soy agnóstico, soy hermano, soy hincha de Boca, soy ordenado. Soy todo eso pero no sólo eso. Soy muchas cosas más, sería casi imposible enumerarlas todas y aún si me tomara el tiempo para hacerlo, tampoco me podría limitar a la descripción o interpretación de esas palabras. O del tiempo.
Las personas somos complejas y estamos en constante cambio. No somos los mismos siempre, en todas las situaciones o con todas las personas. Diferentes facetas de nosotros afloran según los objetivos o las sensaciones que tenemos. A la vez, tampoco somos los mismos desde siempre, y con suerte, no seremos los mismos en el futuro.
Aclaro que este no es un elogio a la hipocresía ni a la incoherencia. Yo reconozco no ser casi nada de lo que era hace, digamos, 3 años, y espero mantener poco de lo que soy, de hoy a 3 años. Lo que era, lo que soy, lo que quiero ser y hasta lo que no soy son todas partes de mí. No en la forma de una síntesis o una mezcla o un compendio o un rejunte o un aglomerado de todo eso; sino como el resultado de los procesos que llevé a cabo con todos a los hechos que me vi expuesto. Todo lo sucedido, me fue formando y me fue afectando en la medida que yo las consideraba y analizaba de acuerdo a lo que era en ese momento.
Para salvar la poca claridad de mis ideas, voy a recurrir a alguien mas hábil en el uso de la palabra, el maestro Ortega y Gasset, quien supo decir en su libro "Meditaciones del Quijote": "Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo".
No tengo muy claro todo lo que soy, siempre existen situaciones que nos sorprenden, nos desorientan, nos sacuden todas las verdades que nos sostienen. Mucho menos tengo claro que quiero ser. Y aunque lo tuviese, jamás podría estar seguro de lo que voy a ser. Uno planea su futuro, parte con idea, se encamina a un futuro pero a lo largo del camino nos encontramos con imprevistos que nos relentizan, nos desvían o nos hacen cambiar por completo de rumbo.
Pensando en mí, no quiero olvidarme de los otros. La imagen que los otros tienen de mí, también es parte de lo que soy. Lo que les mostré, lo que les oculté, lo que no tuve oportunidad de demostrarles, ese también soy yo. O era lo que era en el momento que compartimos. Al leer esto (si, tengo la esperanza de que alguien lo lea) lo van a hacer considerando lo que llevan de mí dentro suyo.
Sea cual sea el "yo" que tengan en su mente, el amigo, el enemigo, el amante, el amor no corespondido, el cariñoso, el cínico, los saludo, porque gracias a ustedes soy yo.


Nota: Para algún despistado que no entienda la referencia del título, les dejo la escena de "The Matrix Revolutions" de donde sale:


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