viernes, 12 de agosto de 2011

Derechos de autor, Copyleft y libertad.

Los derechos de autor son los derechos adquiridos por una persona al crear una obra, cual sea su naturaleza. Si bien el proceso artístico tiene una gran motivación personal, sea la necesidad de expresarse o el deseo de comunicarse, ninguna obra obra cumple su función hasta que llega terceros. Es ese público el que le da la razón de ser a toda obra. Sin ir mas lejos, cada una de mis notas necesita de ustedes que lo lean para cumplir su función comunicativa.
Las leyes modernas son en general restrictivas. Están en su mayoría destinada a proteger los derechos de explotación comercial de dicha obra. El escritor de un libro, por ejemplo, tiene derecho a cobrar por las copias que se impriman y por la adaptación cinematográfica que se realice de su obra.
Estas leyes se hicieron principalmente para la protección de los derechos intelectuales y evitar las falsificaciones. A través de la historia, se fueron refinando de acuerdo a la aparición de nuevos métodos de reproducción y generación de obras, así como al "cambio de manos" de ciertas obras. Pero este noble objetivo de las leyes se ha visto corrompido hasta llegar a ser tanto un método de censura como de exacerbado e irrestricto enriquecimiento que rara vez es para el autor de la obra.
Existen excepciones donde se pueden reproducir obras sin necesidad de pagar un canon, si es utilizado para críticas, análisis, estudios, citas o referencias y hasta parodias, siempre y cuando se respete la autoría, las referencias y la intención con la que fue escrita.
En muchas épocas de opresión, las copias ilegales de libros fueron la única manera de esparcir ideas condenadas por el orden establecido. En estos tiempos, los medios digitales le dan un alcance inusitado al espectro cultural y se persigue a estos nuevos lugares de intercambio con leyes obsoletas. Se ignora que este cambio de paradigma informático significa una gran democratización tanto del contenido como de la opinión. Todos podemos tener acceso a todo y hacer lo que queramos con eso. Dejamos de ser meros consumidores y pasamos a ser productores de nuevos contenidos.
Para mejorar la calidad intelectual y social debemos mejorar la calidad de la información y las fuentes, así como garantizar el acceso a las mismas. Internet nos ofrece posibilidades virtualmente ilimitadas. Disponemos de una pluralidad de voces que enriquece el debate y nos aleja del peligroso "discurso único". Nos permite compartir pensamientos, visiones, criticas u obras completas con otros. Rescata del olvido y nos permite apreciar obras con copias limitadas o de difícil acceso. Sortear los últimos vestigios de censura, ya sean bloggers cubanos que sortean la censura del régimen Castrista, o alguien que ve una película sin la edición previa de su distribuidor. Y hasta elegimos, fecha, hora y lugar de estreno, evitando el gusto raro de las distribuidoras y la falta de acceso.
El problema se plantea cuando los distribuidores intentan exprimir hasta el último centavo de los derechos comprados. Así se persigue, con razón a quienes se enriquecen, con copias ilegales, pero también injustamente a quienes sólo quieren ilustrarse o expresarse.
Por la avaricia se inician juicios prohibiendo hacer copias de discos de los que uno es propietario, fotocopiar libros o reproducir fotos o temas musicales. Sin olvidar otros casos de compra de derechos para controlar su difusión y transmisión, una manera muy retorcida de censura.
Por suerte, existen nuevas corrientes que se hicieron eco de estos cambios, como la sociedad Creative Commons, que trabaja para instaurar tipos de licencias de autor que tienen forma más flexible y razonable, como el Copyleft, que permite la libre distribución de copias y versiones modificadas de una obra u otro trabajo, exigiendo que los mismos derechos sean preservados en las versiones modificadas.
Es díficil sacar a las distribuidoras de la ecuación pero debemos empezar a pensar en el beneficio social de compartir, informar y divulgar y luchar por ir dejando atrás todo vestigio de censura.

La información es libertad.

Les dejo una nota mucho mejor que la mía sobre el tema, llamada "La piratería no existe", y otra sobre el real impacto económico que tiene la llamada piratería, con el caso de "The Pirate Bay": Click acá!!!

Y un interesante video sobre el tema "When Copyright goes Wrong":



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