Amor, pasión y sufrimiento

Desperté, siento el frío del piso en la espalda. Abro los ojos, siento en mis labios una rara mezcla de sudor, lluvia y lágrimas que me asquean. Lo primero que atrae mi vista, el techo, me devuelve la mirada, me cuestiona, ¿qué hacés ahí tirado? ¿no te das cuenta lo que pasó? ¡Levantate!. Con prisa y temor, obedezco, solo para sorprenderme con lo que había en mi mesa.
El cadáver de otro amor que no fue ahí tendido, inerte pero todavía tibio, me abruma con interrogantes. Es imperioso el análisis de lo sucedido, una retrospección indispensable para descubrir la verdad, una autopsia si uno quiere llamarla así. ¿Qué pasó? ¿Cuál fue la causa de la muerte? ¿Fue alguna sustancia la que envenenó su sangre, lenta pero constantemente, hasta que su cuerpo sucumbió? ¿O fue un solo golpe, certero y letal, el que apagó para siempre ese corazón?
Como principal sospechoso, recomiendo que mi relato sea considerado con especial desconfianza y se tome en cuenta tanto mi subjetividad innata como la propia por ser protagonista, así como mi estado emocional (levemente) alterado.
Siempre intento comprender las razones de los otros que los llevan a actuar de determinada manera. Intento, sin consentir ni condenar, entender. Al fin, no se puede juzgar sin entender. Pero creo que esta vez, me enceguecí y mis ojos no podían ver las señanles de su desamor. Dejé de lado la poca objetividad a la que uno puede aspirar e interprete las razones para que sean funcionales a mis teorías. Esto me llena de planteos y en la soledad el tiempo sobra. ¿Fue sólo producto de mis ansias de compartir momentos con alguien lo que me llevó a hacer esto? ¿Por qué ignoré esas claras señales de fracaso? ¿Fue para no dejarme tentar por la resignación sin importar cuan claros y abundantes sean esos gestos? ¿Era mi insistencia por continuar motivada por amor? ¿Era totalmente puro o producto de mi miedo a perderla y retornar a la soledad?
Todos estos interrogantes se hacen dificil de responder, es tal la sorpresa de mi poca capacidad para amar, o mejor dicho, para hacer sentir al otro amado, de devolverle lo especial y único que me hacen sentir que es difícil concentrarse. Me cuestiono constantemente quien y como soy para no estancarme personalmente. Si piensas que ya eres perfecto, entonces nunca lo serás. ¿Pero tendré que renunciar a todo lo que actualmente soy para que alguien realmente pueda amarme? ¿Seguiría siendo yo si me reconstruyera de la nada? Construir un nuevo yo que alguien pueda amar, ¿no sería faltar a mi escencia? Uno es lo que hace con lo que hicieron de él, dijo un Juan Pablo una vez.
Pero, un momento, si fui amado. Si, si, si, ella, si, ELLA, si me amó. Parece casi de otra vida, pero si, ella me amó.
La grandeza de su amor no hace mas que agigantar mi cobardía . ¡OH! Como le fallé. Cuanta dececpción soy capaz de causar. Con cuanta bajeza soy capaz de actuar. No puedo recordarla sin que la culpa y la angustia inunden mis venas. Y les aseguro que con todo lo que vivimos juntos, no es fácil no recordarla. Es como si todo tuviese una conexión mental posible hacia ella. Me atengo de exteriorizar, esta de mas muchas veces y otras prefiero solo mantenerlo para mi.
Es imposible borrar esta mancha de mi memoria. Soy mi mas despiadado juez, y cada lágrima derramada no es mas que un recordatorio de mi falta de hombría. ¿Será el castigo que me corresponde por haber dilapidado mi chance de amar y ser amado? ¿Era la única que me tocaba para esta vida?
Fue la primera en darme a probar el amor, saber que es. Es imposible de describir, es demasiado, muy complejo. Aparte, ¿para qué robarle a otro la oportunidad de probarlo por si mismo y saber de primera mano? La amé, tuvo todo de mí, me correspondió, conoció todas mis facetas. Me amó y se decepcionó. La traicioné. Estúpida y cobardemente por otra quién yo creía amar mas. Pero no me dí cuenta cuan equivocado estaba. No era más, era diferente. Cuando pude ver eso, me di cuenta que estaba solo, con las manos llenas de sangre del amor que asesiné y con una herida mortal en mi pecho, que me inmovilizaba, sólo podía ver la silueta de mi agresora alejándose.
Entre remordimientos y penas vagué por meses. Pura, inocente, inexplorada la encontré. Creí ser quien pudiese despertar todo en ella, todo lo que ella desconocía. ¡Ay de mí! ¡En que sobreestima me tengo! Tan poco hombre resulté ser para abrir semenjante tesoro.
Los signos fueron claros pero el pensar que todavía había oportunidades y era todo parte del proceso, no me dejó resignarme. Aún con los progresos que yo creía ver, nunca fue suficiente. Yo no fui suficiente. Pero mi orgullo, mi cariño hacía ella, el querer seguir disfrutando de lo feliz que me hacía, me llevó a seguir intentando. ¿No es acaso legítimo pelear por quien uno ama? ¿O el insistir era resistirme al curso natural de las cosas? ¿Era forzar una situación? ¿Me tendré que dejar llevar por el destino y sus caprichos? ¿Es mi lucha y esfuerzo sólo negación? ¿Es el destino paciencia y resignación?
Mientras todo esto daba vueltas en mi mente y se alternaban las respuestas como correctas según mi ánimo, su infelicidad e impaciencia se hicieron imposibles de ignorar. Su tiempo es precioso y con mi incapacidad de hacerla feliz, quitárselo sería un crimen. Así todo llegó a un fin, ella se liberó de una horrible situación. ¿De qué sirve que la amé, si sólo yo soy feliz haciéndolo?
Los amores no se comparan entre sí. Cada uno tiene su forma única de amar. Los amores se acumulan, en definitiva. Más allá de lo vivido (y aprendido), noto un contraste muy grande entre la ligereza y naturalidad que en mí despiertan esas ilusiones y sentimientos, con la energía y esfuerzo (con su consiguiente fracaso) para devolver esas sensaciones. ¿Serán mis ansias de compañía el motivo de la volatilidad de mi corazón? ¿Es mi problema dar sin fijarme cuanto recibo? ¿Tengo realmente algo para ofrecer? ¿Tendré la capacidad de hacer feliz a alguien?
El amor, ¿se merece? ¿se otorga por gracia? ¿se gana? ¿o simplemente, "te toca"? Y si es así, ¿me tocará de nuevo?
Je, no me hagan mucho caso, sigo medio entumecido de dolor todavía. Todo esto va a volver a caer en esa bolsa donde van las cosas que uno intenta dejar de lado, ignorar, hasta que algo la sacude y logra que se desparramen de nuevo. Digamos que ahora estoy intentando volver a meter todo en esa bolsa. En definitiva, uno nunca muere de dolor y angustia, por mas grande que sea. Uno nunca pierde la cordura por mas al límite que se sienta. Sobrevive. Sigue por la inercia del mundo a su al rededor.
Las amé, tan distintas una de otra, pero siempre siendo el mismo yo. Mi manera de amar no era el que soñaban. No fui suficiente para ellas. Como quisiera haber podido devolverles toda la felicidad que me hicieron sentir. No hay droga que haya probado quese le asemeje. No hay palabra ni caricia que cure. Ni tiempo que haga olvidar.Voy a tener que vivir con esa herida en mi orgullo. Y a aprender a convivir con sus fantasmas.
¿Llegué a un punto en el que no puedo disfrutar sin compartir mi vida con alguien? ¿Hay vuelta atrás? ¿Está esto hecho para mí? ¿Soy bueno para esto? ¿Será que lo que mas feliz me hace es lo único que no puedo tener?
Por el momento sólo me recomforta el sentirme agradecido por haber experimentado esta sensación. Mi agenda académica ayuda para no darle tiempo a mi mente de ocuparse en perderse en estas cosas y en buscar análisis mas profundos, aunque siempre caen como gotas que corroen y abren terribles y dolorosas grietas. Mi cuerpo agotado no deja que llegue a derramar lágrimas al acostarme, suplicando descanso.
Nunca las voy a olvidar, sus perfumes, sus besos, sus momentos. Lo que amamos nos pertenece. ¿Pero que podría decir ante la irreparabilidad de sus partidas? Sólo se me ocurre, gracias por lo que me dieron, la felicidad y lo compartido, me considero mejor persona por lo que viví con ellas; y perdón, por no poder haberles devuelto lo que me hacían sentir.
Es mi primer post tan personal. No sé si debería abrirme así, casi nadie lee mi blog pero el que este acá significa que cualquiera lo puede hacer. Aunque no puedo decir que espero que les guste lo que escribí, me gustaría tener alguna devolución de su parte, igualmente no se alarmen que es algo excepcional.Ya va a volver todo a la normalidad...espero.

P.D.: Les recomiendo la película "(500) days of summer". Siento una peligrosa identificación con el protagonista, mas allá de eso, es una linda obra.