sábado, 17 de julio de 2010

I'M GAY!


La palabra de origen inglés Gay es usada, tanto en su idioma madre como en el nuestro, para hablar la homosexualidad, sin embargo, su origen mucho difiere de esto. En sus comienzos fue utilizada para referirse a personas y comportamientos de felicidad, despreocupación, brillantes y extrovertidos. Y antes de que alguien se escandalice, estoy usando la palabra en este sentido.
Con la sanción de esta ley otorga los mismos derechos y obligaciones a quienes contraigan matrimonio civil, indistintamente de su sexo. La mayoría de estos negados hasta el momento a las parejas homosexuales por una ineficiente ley de unión civil, que aunque podía "emparcharse" por medio de acuerdos legales varios, constituía una gran injusticia.
La declaración de los Derechos Humanos establece que todo hombre y mujer tienen derecho al matrimonio, nunca establece que este se limite sólo a la unión heterosexual por lo que implicitamente regula la libertad de acceder al derecho mas allá de la elección sexual.
Esta medida es un gran acto de justicia social, así como una de manifestación por parte del Estado en su rol de igualador de derechos, garantizador y protector de la libertad y felicidad de sus ciudadanos. No se hace nada mas ni nada menos que igualar derechos entre todos los ciudadanos, dejando de lado la orientación sexual, lo que para la comunidad homosexual representa el triunfo en una pelea de larga data.
La ley, dentro del concepto del Estado moderno, nace del consenso y la igualdad. Y esta no es la excepción, ya que no es en detreimiento de nadie, es inclusiva, no restrictiva, no impone ningún tipo de conducta obligatoria y se limita a concederle un marco legal a una situación social que se veía desamparada y con los derechos de sus participantes negados, degradándolos a ciudadanos de segunda clase. Obsoletas quedan las palabras de quienes alegan "leyes divinas" o malinterpretan a conveniencia conceptos como el de naturalidad. Incluso quienes apelan a un falso sentido democrático intentando llamar a un plebiscito, pecan de totalitarios al intentar negarle por voluntad mayoritaria derechos a otros ciudadanos. Los derechos no se plebiscitan, se otorgan. Ni aún cuando la mayoría esté dispuesta a negarlos. Es claro el interés de las Iglesias en controlar el discurso de la gente, en neutralizar la capacidad de razonar y exigir un apego fanático al dogma, so pena de excomulgación, descalificación y póstuma "condena divina". A nadie le sorprende ya, siempre actuaron de esta manera, apoyando dictaduras y poderes totalitarios, demostrando abiertamente comportamientos fascistas y antidemocráticos. Lo que si sorprende, es el pedido que realizan de tolerancia y libertad de expresión, incluyendo algunas denuncias de agresión cuando son ellos quienes tras sus preceptos, se justifican para discriminar, segregar, negar derechos a sus iguales y calificarlos como enfermos, indignos y catalizadores del colapso de la sociedad.
Sin ser el punto principal que se discutía, se alegó la incapacidad de criar hijos por parte de los homosexuales. Acá cabe aclarar que estudios realizados por mas de 30 años, no demuestran diferencias relevantes entre hijos de padres hetero, homo o monoparentales, en términos de orientacion sexual, salud mental, éxito profesional y otros parámetros sociales. Ignorante es quien alega a las perversiones para desacreditar. Nada indica que el modelo de padres heterosexuales signifique alguna ventaja, muy a pesar de preferencias o creencias personales. En definitiva, nadie elige sus padres y sus experiencias o elecciones ningún efecto tienen en su desarrollo social.
La naturaleza genética de uno, sólo determina el género y los órganos sexuales, no los gustos ni los roles que han de desarrollarse. Lo natural es que la mujer de a luz, no que sea madre. La maternidad o paternidad son roles que se construyen y no se limitan sólo al aporte en la concepción. Todo humano es capaz de dar amor, contención y educación por lo que puede desarrollar su rol como padre, de manera mas o menos satisfactoria.
Planteemos un escenario que aunque extremo totalmente factible y racional, una sociedad donde la homosexualidad masculina sea la norma y las mujeres se vean relegadas solamente a ser las procreadoras para continuar la especie. Dejando de lado la desigualdad y el sometimiento, que serían condenables, ¿Qué es lo antinatural acá? ¿No es acaso una sociedad que se prolongaría en el tiempo? Con tan simples planteos, quedan sin bases las razones de quienes se oponen a estas reformas en la sociedad política nacional.
Otro tema que salió a la luz, es la necesaria reforma de la ley de adopción, el actual modelo tiene los orfanatos superpoblados y miles de parejas expectantes de adoptar, demorados por una burocracia ineficiente.
En definitiva, podemos considerar que a grandes rasgos, en el grueso de la sociedad nada va a cambiar. Cada uno va a elegir su inclinación sexual y el que así lo quiera va a poder casarse. A los que creen que es el principio del fin, les aseguro que la sociedad no va a colapsar, y todos vamos a estar mas felices, podiendo disfrutar sin ocultar lo que somos.
En lo personal, yo no hubiera tenido problema de haber sido hijo de una pareja homosexual. Para criar un hijo se necesita amor y dedicación. Y me parece un objetivo a apuntar la apertura de nuevos modelos de familia y la educación para la diversidad y la aceptación.
Sin beneficio personal alguno, me siento feliz de que nuestro país sea pionero en latinoamérica en igualdad derecho y poder ser noticia por una medida progresista y que nos llene de orgullo, luego de tantos papelones de parte de nuestros gobiernos. Vale aclarar que a pesar de que considero que va a ser mínimo el rédito político, esta fue claramente una maniobra de mejora de la imagen oficial. No estuvo para nada motivada por convicciones puras y apunto claramente al escándalo que genera un tema tan sensible para algunos y sin dudas polémico. Esto no hace mas que continuar la estrategia de tapar con "circo" (Bicentenario, Mundial) una realidad crítica, de negociados vergonzosos (como el poco democrático veto de la "Ley de protección de glaciares" y los acuerdos mineros con la despiada y corrupta Barrick Gold), reiterados errores protocolares en política tanto interior como exterior, así como la postergación de temas fundamentales y prioritarios tanto para la vida social como económica de la Nación. Pero ya poco me extraña de un Gobierno sin un proyecto de país, que actua de forma reaccionaria y no visionaria desde un primer momento.

De todas maneras, esta es una reparación necesaria y ahora y con mucho orgullo puedo decir: I'm Gay!

Extra: Les dejo el ya famoso texto "Maricas" compuesto e interpretado por José Cibrián Campoy. Disfruten, mis maricas!

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