Verdad, medios y periodistas.

Un día como hoy pero hace 200 años el Doctor Mariano Moreno fundó, tal como había indicado por decreto la Junta Grande, la "Gazeta de Buenos Ayres", el primer periódico de la etapa indenpendentista nacional. Siendo sus primeros redactores Manuel Belgrano (quien ya en 1801 había publicado el periódico "Telégrafo mercantil"), Juan José Castelli y el mismisimo Moreno. Este, en el primer número escribió: “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con quien miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Para logro de tan justos deseos ha resulto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal con el título de Gazeta de Buenos Aires”. Promete así "Una exacta noticia de los procedimientos de la Junta, una continuada comunicación pública de las medidas que acuerde para consolidar la grande obra que se ha principiado; una sincera y franca manifestación de estorbos que se oponen al fin de su instalación y de los medios que adopta para allanarlos, son un deber del Gobierno Provisorio". Pues era su convicción que "Perseguir al talento es aumentar su eficacia; los poderosos que lo han hecho, tan solo han conseguido vergüenza para ellos y gloria para sus víctimas" Es por esto que el Primer Congreso Nacional de Periodistas, celebrado en Córdoba en 1938, decidió proclamar el 7 de Junio como "el día del periodista" para honrar su labor y la de todos los que ejercen su misma profesión.

El periodismo es considerada una función social indispensable, de hecho recibe el mote de "cuarto poder". Pero como dijo el sabio Tio Ben: "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Como entendió inteligentemente Moreno, el periodista es el encargado de traspasar la mas poderosa herramienta al pueblo, la VERDAD. Y como dijo el General : "La única verdad es la realidad".
El problema acá se sucita en que antes que periostas, son personas. Por ende, tienen una subjetividad innata. Como tales, es difícil obligarlos a limitarse a ser meros informadores de hechos. Debido a su formación, no sólo profesional sino social, son también interpretadores de estos hechos. Pero esto debe verse limitado por el diagramado de conexiones entre otros hechos, no en cuanto a juicio de valores o discrecionalidad al transmitir porque entrariamos en una verdad sesgada y funcional a intereses, la llamada desinformación. Esto forma parte de la responsabilidad social de la profesión.
Los medios avanzaron de manera increíble siendo su último gran paso INTERNET que le permite a algunos hasta burlar los regímenes dictatoriales y sus tentáculos censores. Sin embargo existen intentos de controlar la verdad a conveniencia.
Cabe recordar varios que no sólo desde el poder intentaron crear su verdad e imponerla como así también profesionales que traicionando sus obligaciones para con el pueblo fueron promotores de medidas de catastróficas proporciones para nuestra Nación así como de ir directa y abiertamente en contra de la voluntad popular y la protección de las instituciones (Los infames Bernardo Neustadt y Mariano Grondona, con su apoyo a los planes neoliberales de la dictadura y los '90, quienes ya tenían antecedentes con una triste campaña que terminó en el derrocamiento de Illia)
Nuestros actuales dirigentes (me reúso a ensuciar la palabra políticos usándola en ellos) intentan a través de leyes y mas de un billete aparentar que el país es un regadero de buenas noticias. Los Kirchner sancionan una nueva ley de medios de comunicación, reemplazando a otra obsoleta, producto de una dictadura (todavía no entiendo porque todas las leyes sancionadas durante el hiato democrático no fueron inmediatamente vetadas) y hecha para favorecer a los medios "amigos", por otra que si bien todos estamos de acuerdo en cambiar e implica una apertura, es innegable que está motivada por la venganza contra los medios que no le son obsecuentes y tiene grandes huecos con los que se podrían crear nuevas concentraciones.
Pocos recuerdan cuando el Grupo Clarín era funcional a ellos y como agradecimiento les permitieron el monopolio de la televisión por cable (Fusión Cablevisión-Multicanal). Pocos notaron como el Grupo Szpolsky (testaferro mediático de Néstor) ya es dueño de 14 medios. Como pocos notaron que Canal 7 pasó de ser el canal del Estado al canal del Gobierno.
Es simple su pensamiento, antes que hacer las cosas bien, silenciemos a quien muestra la realidad. Es matar al mensajero, en vez de esforzarse por enderezar los resultados. Si no se ve, no existe. Y que mejor manera de combatir a un "monopolio" (es falaz denominarlo así, lo correcto es grupo concentrado de medios de comunicación) que con otro "monopolio" pero que nos sea funcional. "Una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad" es la escencia de la Große Lüge (Gran mentira, aparato de propaganda).
Más allá de los ataques e intentos de desprestigiar a quien difiere de su visión idílica de la realidad y su demonización al punto de llamarlos desestabilizadores. Mayor es la mella que han logrado en periodistas otrora respetados que quedan a ojos de muchos como mercenarios, traicionando su rol de informadores para ser meros militantes quizás por el dinero (que nunca suele ser poco) o por sincera convicción.
Este es un dilema sin solución. Vimos que los medios no pueden ser todos propiedad del Estado porque el poder de este se vería sin cuestionamientos y desde el momento que son privados se ven suceptibles a los intereses de sus dueños. Entonces, ¿qué hacemos?. Por suerte, tenemos fuentes casi ilimitadas de información y hemos de procurar no perder nuestro escepticismo y poder de crítica. Investiguen, analicen, piensen, intenten entender y no sólo se queden con el titular y el epígrafe. Cuestionen constantemente lo que leen y ven, y busquen, que entre medio de ese mar de noticias y opiniones esta la tan ansiada verdad.